España es el mayor productor de aceite de oliva en el mundo, con una producción punta que la pasada campaña se acercó a los 1,8 millones de toneladas, no obstante, durante el ejercicio 2017 fue el mayor consumidor europeo de aceite de palma con un volumen de adquisiciones que superó los 1,9 millones de toneladas principalmente procedentes de Indonesia (68%), Malasia (12%) y Colombia (6%), por lo tanto, nuestro país, líder mundial productor de aceite de oliva, importa anualmente un 5,6 % de aceite de palma, por encima de la mayor producción de aceite de oliva obtenida en su historia.
Del total de importaciones de aceite de palma (1,9 millones de toneladas), el 83% se destina a elaboración de biodiésel,10,3% a alimentación humana e Industria oleoquímica y 6,7% para alimentación animal. En lo referente a alimentación humana los productos que en mayor medida se elaboran utilizando este producto son margarina y mezclas de aceites y grasas; chocolates;
galletas, bollería, pastelería y helados. Es decir, España destina a elaboración de alimentos humanos y animales una cantidad de aceite de palma que supera con creces el 50% de la producción de aceite de oliva elaborado en Jaén, provincia de mayor importancia productiva, no solo a nivel nacional, sino, internacional.
En lo referente al consumo de aceites y grasas (aceites de oliva, aceite de girasol, aceite de maíz, aceite de soja, aceite de orujo y otros tipos de aceites, como aceite de nuez, entre otros), de forma directa, es decir adquiridos por el consumidor para su uso alimentario doméstico, tan solo supone, para 2018, el 2,3% del total de la cesta de la compra, es decir es un producto de adquisición residual, suponiendo un total de 547 mil toneladas, lo que se traduce en un gasto por persona y año de 34,51 euros y 11,95 litros.
Del total de aceites y grasas consumidas de este modo en España, el 64 % son aceites de oliva, 32% es aceite de girasol, mientras que el resto, 4% corresponde a otros aceites de semillas.
Si atendemos a donde se adquieren nuestros aceites, ya centrándonos en aceites de oliva, en su mayor medida se hace en supermercados, autoservicios e hipermercados, si bien es cierto que en esta última categoría se adquiere más virgen que virgen extra, siendo no muy significativa, en comparación, la venta por internet, en tiendas tradicionales o en tiendas de descuento. Por categorías sigue siendo líder el aceite de oliva refinado, 51%, le sigue el virgen extra 36%, concluyendo con el virgen con un 13%.
En cuanto a ámbito de ciclo de vida del usuario tipo del virgen sería un señor de más de 50 años, retirado, residente en Cataluña y clase social media – alta.
Si nos atenemos al tipo de aceite de oliva virgen extra, el consumidor doméstico, se radicaliza aun más, y vendría constituido por un varón independiente de clase social media alta, residente en Cantabria y que en todo caso supera los 50 años.
A tenor de los resultados se podrían extraer varias conclusiones, una de ellas es que debido a que cada vez se come más fuera de casa, comida precocinada, o comida directamente elaborada al margen del hogar, España está dejando de consumir aceites de oliva en edades previas a los 50 años, pues a dichas circunstancias se suma que la industria de elaboración agroalimentaria (conservera, panadera, bollera, restauración, hostelería, colectividades, etc.) usa grasas alternativas en la elaboración de los alimentos, inclusive para el segmento animal, tal escenario combinado, sin lugar a dudas, es uno de los mayores detonantes de la situación de precios que actualmente vivimos en origen.
Por todo ello resulta de especial necesidad una proactiva política de promoción que desplace la demanda acercándola a las cotas de la oferta, no solo nacional, sino internacional, aunque prima inicialmente nuestro país, y sería importantísimo conjugar una especialmente buena relación de provisión de producto a la industria de procesado alimentaria y colectividades ello sería ideal, pues el consumo en dicho segmento de aceites y grasas supera las 500 mil toneladas en todas sus categorías.
Juan Vilar: Consultor Estratégico y Profesor Permanente de la UJA.