La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos en octubre de 2019 supuso un gran mazazo al sector olivarero español que en las últimas décadas había realizado un esfuerzo más que considerable en la introducción de nuestro aceite en el mercado estadounidense

Estados Unidos es actualmente un país productor de aceite, si bien su producción solo supone el 0,6 por ciento de la oferta generada en una campaña. En su inmenso territorio solo 6 de sus 50 estados son productores de aceite de oliva siendo el principal productor California. Sin embargo, en términos de demanda la situación es distinta, Estados Unidos llega a requerir hasta el 14 por ciento del aceite de oliva consumido anualmente en el mundo, siendo el tercer mercado en demanda

En el momento anterior a la imposición de los aranceles, el 80 % del aceite que se consumía en Estado Unidos procedía de España (35%), Italia (32%) y Túnez (13%), y una larga lista de países exportaban el resto del requerimiento de aceite demandado.

Tras la imposición de los aranceles los aceites españoles dejan de ser prioritarios perdiendo mercado potencial y por supuesto valor económico por la ralentización del mercado. La demanda se produce con destino a mercados de sustitución, y concretamente los mercados internos de los grandes exportadores.

La situación en la exportación cambia, con motivo de la imposición de aranceles, España deja de ser líder en exportaciones pasando a exportar solo un 21%, el tercer puesto, y es sustituido en el liderazgo por Italia (31%), Túnez (25%), y entre ellos abastecen el 77 % del mercado americano. Las posiciones de cabeza las ostentan Italia y Túnez, mientras que el resto de los países exportadores ganan porcentaje, pues muy pocas naciones, tan solo España, y raramente Túnez e Italia son suficientes para abastecer dicho mercado, y el resto de países pasan a ser el 23% de la exportación de aceites de oliva

La nueva situación de los aranceles impone un nuevo escenario, aunque en principio solo sea en estos cuatro meses, esperando que ésta sea una situación definitiva, la demanda de aceite de oliva español va a crecer sobre todo en Estados Unidos por la supresión de aranceles, así como,  por la reducción de la oferta de países que exportan allí: Italia, Túnez, Grecia, Turquía, etc.,  y  la escasez de aceite en el resto de 66 países productores; salvo en España Las cotizaciones como ya se puede apreciar, parece que se mantendrán solidas y solventes.  Estados Unidos es un país de demanda global, refinados y vírgenes y se podría producir cierta tensión para poder abastecerse determinados mercados de forma solvente, con lo cual, creemos que todas y cada una de las distintas categorías crecerán en precio.

Además, de esta situación, debemos tener en cuenta que desde 2018 hasta la actualidad la demanda de aceite de oliva en Estados Unidos se ha incrementado en un 19%. Así pues en la actual campaña 2020/21, encontramos una serie de ingredientes que la hacen excepcional para los olivicultores en España, en primer lugar las expectativas al alza del consumo en torno al 10 % es decir, esta podría llegar casi a los 3,2 millones de toneladas, en segundo lugar las circunstancias climatológicas y la vecería, que ha reducido la producción, que será del orden de una campaña media, es decir alrededor de 1,4 millones de toneladas, en tercer lugar  tan solo España ostentaría una producción parecida a la media, unido al stock de enlace de la abundante campaña anterior, provoca que tan solo  España tenga aceite suficiente para abastecer el mercado internacional.

El levantamiento definitivo de los aranceles al producto envasado español,  puede producir un incremento de su demanda natural,  y por tanto, volvería a desencadenar  su principio de oportunidad, incrementando su demanda, y  por tanto los precios, para todas las categorías, pues durante esta campaña se consumirá todo el aceite producido en la misma y parte del stock existente, si bien es cierto que  influirá tanto a los aceites de orujo de oliva y lampantes y especialmente   como a toda la gama de vírgenes y de manera especial a los aceites tempranos y afrutados.

Esperemos que esta suspensión de aranceles por cuatro meses, sea definitiva, e independientemente de la situación de producción de esta pasada campaña, logremos recobrar nuestra posición como primeros exportadores de aceites de oliva a Estados Unidos como ostentábamos hace año y medio, y en los próximos meses esta situación nos ayude a consolidarnos en uno de los grandes mercados de exportación de aceites de oliva.

Luis Jesús García-Lomas Pousibet –    Subdirector de Caja Rural de Jaén Barcelona y Madrid