Fundación Caja Rural de Jaén apoya la iniciativa de Cáritas Diocesana de Jaén consistente en la puesta en marcha de la denominada como ‘casa de la luz’, un piso de acogida para jóvenes inmigrantes extutelados de la capital. Cuando cumplen la mayoría de edad, los jóvenes inmigrantes se ven obligados a salir de los centros de menores, por lo que sin recursos, quedan en una situación de desamparo total, que los lleva a vivir en la calle, tener conductas delictivas, problemas de adicciones, etc, por lo que se encuentran en una situación de riesgo social grave. Con el fin de evitar el agravamiento de la situación y abordar de una manera transversal la situación para asegurar su mejora se trabaja en red entre asociaciones y otras entidades para ofrecer una intervención social que permita a los jóvenes extutelados mejorar su calidad de vida.

 

Con la colaboración de la Fundación Caja Rural de Jaén, Cáritas pone en marcha un piso de acogida que permite el desarrollo de un proyecto de vida autónomo por parte de los chicos que forman parte del proyecto, en igualdad de oportunidades que el resto de jóvenes de su edad. Además de ofrecer una vivienda digna, se realiza un trabajo de acompañamiento en otros ámbitos de la vida para que los chicos puedan desarrollarse plenamente, como son la acción formativa, el asesoramiento jurídico, herramientas para aprovechar los recursos de inserción laboral, etc. Este trabajo integral y en red con otras asociaciones, facilita que los jóvenes puedan acceder a oportunidades formativas y laborales que permitan su independencia y con ello aumenten su calidad de vida y autonomía, no viéndose obligados a recurrir a la delincuencia para poder subsistir.

 

La Convocatoria Rural Colaboraciones Sociales está destinada a impulsar proyectos desarrollados por entidades sin ánimo de lucro que no tienen cabida dentro de las demás convocatorias existentes en la Fundación Caja Rural de Jaén y que tienen un fin social o socioeducativo. En este caso, la partida presupuestaria de la subvención se destinada a cubrir los gastos de una figura monitora de la casa de la luz. Este puesto es ocupado por uno de los chicos que viven dentro de la misma y cumple con algunas características como el ser más mayor y por tanto poseer más experiencia en las vivencias específicas de este colectivo, conociendo sus necesidades y demandas, lo que asegura un trato empático con el resto de los chicos de la casa y una tarea de mentorización cooperativa entre todos.